La siembra del garbanzo se realiza al finalizar el invierno o a principios de la primavera, después del descanso invernal.
Las parcelas de los campos de cultivo cambían durante los años, dejando descansar la tierra para que recobre los nutrientes necesarios.
La semilla que utilizamos es la que nos proporciona el Consejo Regulador o en su defecto parte de la producción del año anterior, intentando mantener año trás año la variedad autóctona del Garbanzo de Fuentesaúco.