Se trata de una legumbre producida en la comarca de La Guareña, al sureste de la provincia de Zamora. Su producción ha sido apreciada desde la antigüedad, incluso en el siglo XVI llegó a contar con protección real. En 1996 obtuvo el reconocimiento provisional de IGP, lo que supuso que su consejo regulador sea el que ampare y certifica la calidad de la producción de su zona geográfica delimitada. La variedad de leguminosa plantada en La Guareña es de la especie Cicer arietinum L, denominada “macrocarpum” y ha dado lugar a la existencia del ecotipo local “Fuentesaúco” destinado al consumo humano.
Su fruto, el garbanzo, se caracteriza por su tamaño medio a grande, color cremoso, pico pronunciado y curvo, y por contar con una rugosidad intermedia. Tras su cocción, los garbanzos de esta IGP se mantienen íntegros, con piel blanda y suave, textura mantecosa y uniforme, además de un agradable sabor al paladar.
La semilla de nuestro garbanzo es de la variedad autóctona (que estaba casi desaparecida). Nuestro garbanzo tiene la garantía del Consejo Regulador. Ofreciendo un producto de origen y de calidad amparado en la indicación geográfica de calidad.
Al llevarse a cabo el cultivo en un sistema de alternancia, nunca se repetirá en la misma parcela durante dos campañas sucesivas. Por ello, la cantidad de existencias del garbanzo, dependerá de la cantidad de parcelas cultivadas, así como del clima que ha habido durante el año.